31 de Mayo, Día Mundial sin Tabaco 2008.

México, Distrito Federal
Sábado 31 de Mayo de 2008.

Cada año se producen casi cinco millones de muertes por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicadas con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco.

La OMS también facilita otros datos: para la década del 2020 o 2030, el número de víctimas relacionadas con el tabaquismo que podrían evitarse alcanzará los diez millones de muertes al año. Además, el informe de la OMS recuerda que el 70% de estas muertes se produce en los países desarrollados, donde el consumo de tabaco está aumentando espectacularmente. Los estudios epidemiológicos recientemente llevados a cabo en China sintetizan la magnitud de la epidemia de tabaquismo. Si persisten las pautas actuales de tabaquismo, cerca de un tercio de los 300 millones de varones chinos que hoy tienen entre 0 y 29 años de edad morirán a consecuencia del consumo de tabaco.

Para luchar contra este problema, hace falta un movimiento internacional, que la OMS trata de liderar a través del proyecto “The Tobacco Free Initiative”, creado por la directora general de este organismo, Gro Harlem Brundtland, en 1998. El objetivo es coordinar y promover una estrategia global para responder a esta tendencia sociosanitaria. La misión a largo plazo de los distintos gobiernos, recuerda la OMS, se estableció de cara a reducir la prevalencia en el consumo de tabaco en todos los países y en función de los distintos grupos sociales, así como el catálogo de enfermedades derivadas del hábito.

Cada día se fuman en todo el mundo nada menos que 15 billones de cigarrillos (uno de cada tres se fuma en China) y las estimaciones de la OMS apuntan a que en los próximos años se producirá un significativo aumento de esta cifra debido al crecimiento de la población mundial.

Entre los factores de riesgo de enfermedad más comunes en todo el mundo, el tabaco ocupa el cuarto lugar. El costo económico del consumo de tabaco es igualmente devastador. Además de los elevados gastos de salud pública relacionados con el tratamiento de enfermedades causadas por el tabaco, el tabaco mata a las personas en la cúspide de su vida productiva, privando a las familias de su sustento y a las naciones de una fuerza de trabajo sana. Además, los consumidores de tabaco son menos productivos durante su vida debido a su mayor vulnerabilidad a las enfermedades. Un informe de 1994 estimaba que el consumo de tabaco ocasionaba anualmente una pérdida neta mundial de US$ 200 000 millones, y que un tercio de esas pérdidas se registraban en países en desarrollo.

El tabaco y la pobreza están indisolublemente ligados. Numerosos estudios han revelado que en los hogares más pobres de algunos países de bajos ingresos los productos del tabaco representan hasta un 10% de los gastos familiares. Esto significa que esas familias disponen de menos dinero para destinar a sus necesidades básicas, por ejemplo, alimentación, educación y atención de salud. Además de sus efectos sanitarios directos, el tabaco da lugar a malnutrición, mayores gastos en atención de salud y muerte prematura. Asimismo, contribuye a elevar las tasas de analfabetismo, ya que el dinero que podría utilizarse para educación se destina, en cambio, al tabaco. La relación entre el tabaco y el agravamiento de la pobreza ha sido ignorada durante mucho tiempo por los investigadores de ambas áreas.

La experiencia ha señalado que existen numerosas medidas costoeficaces para el control del tabaco que pueden aplicarse en diferentes contextos y lograr efectos significativos en el consumo de tabaco. Las estrategias más eficaces en relación con los costos son las políticas públicas dirigidas a la población en general, por ejemplo prohibiciones de la publicidad directa e indirecta del tabaco; aumentos de impuestos y precios de productos de tabaco; creación de espacios sin humo en todos los lugares públicos y lugares de trabajo; y mensajes sanitarios bien visibles y claros en los paquetes de tabaco. Todas estas medidas se abordan en las disposiciones del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.


Algunos resultados globales de la Encuesta sobre Tabaquismo en Jóvenes (ETJ).

En la ETJ participaron 19 502 estudiantes de 225 escuelas Secundarias Generales, Técnicas y Telesecundarias de 10 ciudades: Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Guadalajara, Cuernavaca, Puebla, Ciudad de México, Oaxaca, Tapachula y Chetumal.

Resultados:

* La mitad de los estudiantes (51.1%) ha experimentado o probado el cigarro alguna vez. El 23.8% refiere que había consumido algún producto de tabaco el último mes. Durante el mes anterior a la Encuesta, 7.6% de los estudiantes había probado otras formas de tabaco –excluyendo los cigarros.

* Se consideran fumadores actuales a los que han fumado cigarros al menos un día en los 30 días previos a la Encuesta. La proporción de fumadores actuales que fuma seis o más cigarros diarios es de 6.8%.

* El 19.9% de los estudiantes son fumadores actuales, sin que existan diferencias estadísticamente significativas entre el consumo de cigarros de hombres (19.6%) y mujeres (19.1%).

* Casi la mitad de estudiantes (45.7%) convive con fumadores en la escuela; adicionalmente, 54.5% refiere que están cerca de fumadores en otros lugares fuera del hogar.

* En 52.7% de los casos de consumidores de tabaco, uno o ambos padres fuman. También, 61.2% de los estudiantes refiere que la mayoría de sus amigos fuman.

* El 74.4% de los adolescentes piensan que el humo de otros fumadores les hace daño.

* El 90.1% de los fumadores actuales dicen que ellos pueden dejar de fumar si así lo desearan, lo cual manifiesta su desconocimiento sobre la adicción intensa que puede condicionar el cigarro.

* 9.8% definitivamente piensa que es seguro fumar por uno o dos años, y después dejar el cigarro.

* Al preguntar si los adolescentes varones que fuman tienen más amigos, 23.2% respondió afirmativamente, mientras que 13.4% cree que son más atractivos. Hay creencias similares sobre que las fumadoras tienen más amistades (34.2%) y que son más atractivas (28.2%).

* 37.0% de los fumadores compra cigarros en las tiendas. Para la mayoría de ellos adquirirlos es fácil, pues a 61.8% de los que compraron cigarros en el último mes, este producto no les fue negado a pesar de ser menores de edad.