México, Distrito Federal
Jueves 17 de Abril de 2008.
El documento que reforma los artículos 7 y 42 de la Ley General de Educación y 32 de la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, precisa que la educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización oficial, deberá preservar la integridad física, sicológica, social y también su sexualidad y afectividad, con base en el respeto a su dignidad.
Al fundamentar el dictamen, la diputada Esperanza Morelos Borja, presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados, dijo que hay una gran cantidad de niñas y niños que tienen información errónea sobre el tema, lo que obliga a legislar para que desde el primer grado del preescolar, conozcan el desarrollo natural de su cuerpo, así como sus efectos en la sexualidad de los individuos, de manera paulatina, sistemática y apropiada.
Subrayó que permitirá prevenir y disminuir los problemas que aquejan a muchos menores que sin tener plena conciencia de las responsabilidades que implica la sexualidad, se enfrentan a una gran diversidad de peligros como son la pornografía y la explotación sexual comercial infantil, los embarazos en adolescentes que conllevan a la deserción escolar derivada de la maternidad y paternidad anticipada.
Advirtió que los niños y niñas adolescentes están masivamente expuestos a edades cada vez más tempranas a mensajes procedentes de la publicidad y una cultura excesivamente sexualizada que afecta su maduración.
La reforma, precisó, implica un gran avance en la formación integralde niños y niñas, ya que más allá del conocimiento puramente biológico, explicará procesos trascendentales como la construcción de la identidad o las relaciones afectivas en el ámbito de nuestra cultura.
Mencionó que es imposible separar la sexualidad de la afectividad, “ya que pretendemos construir una sociedad en la que hombres y mujeres convivan en igualdad y sin discriminaciones”.
La diputada Silvia Oliva Rodríguez, a su vez, dijo que resulta imperativo impartir y ampliar la cobertura de la educación sexual en todos los niveles de la enseñanza básica, siempre y cuando ésta tenga una visión integral.
“Esto cobra sentido cuando vemos que el 17 por ciento de los partos en este país son de adolescentes; cuando la explotación sexual de niñas mexicanas y de niños mexicanos es un grave problema; cuando tan sólo durante el año pasado se registraron 5 mil 316 nuevos casos de VIH, lo que equivale a que 15 personas se contagian diariamente de esta enfermedad”.
Agregó que sólo por medio de una educación sexual integral, efectiva y congruente con los nuevos tiempos es que podremos hacer una sociedad más preparada y responsable. Para que nuestras niñas y niños adolescentes puedan acceder a una mejor calidad de vida bajo un ambiente de sano respeto, convivencia y corresponsabilidad es indispensable que los dotemos de información necesaria acorde a su edad y condición social, aseveró.
El dictamen se devolvió al Senado para sus efectos constitucionales.