Para el PAN será decisivo ganar sufragios en el oriente del estado, donde domina el PRD desde 1997. El sol azteca requerirá penetrar en el valle de Toluca, al sur de la entidad, que controla el tricolor, y en la zona industrial del noroeste mexiquense, el llamado corredor azul, de marcada tendencia panista.
Para que el PRI se mantenga al frente del Ejecutivo estatal necesitará conservar su voto verde en zonas rurales, y afianzarse en los distritos de Ecatepec, Toluca, La Paz y Texcoco, que perdió en 1996 y 2000, pero recuperó en 2003.
En este panorama, la empresaria Yeidckol Polevnsky defenderá las siglas del PRD y Enrique Peña Nieto las del PRI.
Este lunes se conocerá si el Comité Ejecutivo Nacional del PAN ratifica al ex alcalde de Tlalnepantla, Rubén Mendoza Ayala, como su candidato, o repone el proceso interno, como lo determinó el jueves el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Según el Instituto Electoral del Estado de México, el PRI gobierna a 34.82 por ciento de los 14 millones de mexiquenses; el PAN a 28.67 por ciento, y el PRD a 23.75 por ciento de las 125 alcaldías que conforman la entidad.
La tendencia del voto indica que el PRI decrece en la prefererencia del electorado.
El gobernador Arturo Montiel Rojas ganó con casi 600 mil votos menos que su antecesor, Emilio Chuayfett Chemor, y en las elecciones locales de 2003 el PRI recibió 160 mil sufragios menos que en las de 1999.
Sin embargo, el tricolor se mantiene como uno de los favoritos. En los dos últimos procesos para gobernador y el local de 2003 mantuvo casi intacto su voto duro rural, y en el último proceso recuperó distritos urbanos que le habían arrebatado el PAN y PRD.
El Revolucionario Institucional dejó de ser el partido hegemónico de 1993, cuando obtuvo carro completo en los 45 distritos. En 1999 dejó 18 distritos al panismo y el perredismo.
Ese año ocurrió un proceso clave para las huestes priístas. De los 225 mil 483 votos que Arturo Montiel llevó de ventaja sobre el panista José Luis Durán, recibió al menos 200 mil en los 12 distritos rurales.
Montiel Rojas sufrió derrotas en distritos urbanos de Nezahualcóyotl, Tlalnepantla y Naucalpan, entre otros, pero le bastó mantener íntegra su votación rural y aplastar a sus adversarios en jurisdicciones clave, como el distrito 27 de Chalco, el 31 de Los Reyes La Paz y el 40 de Ixtapaluca, donde obtuvo más de 59 mil sufragios.
El PRI perdió en 2003 ante el PRD los distritos urbanos de Ixtapaluca, Amecameca y Chalco, mas recuperó otros, como los de Texcoco, Huixquilucán, Cuautitlán, Coacalco, Ecatepec, Toluca y Nicolás Romero, entonces de panistas y perredistas.
PAN, el eterno camino
En 1999, el panista José Luis Durán Reveles estuvo a 225 mil 483 votos de ser gobernador. Rubén Mendoza Ayala, hasta el jueves candidato a gobernador, sostuvo que tal cantidad de sufragios representan una extensa separación entre PRI y PAN.
Aunque Mendoza Ayala se dijo seguro de ser abanderado del PAN y de ganar los comicios de julio, deberá apostarle a los 40 municipios de la zona oriente. En esa región el blanquiazul sólo gobierna Amecameca.
La primera victoria del panismo mexiquense fue en 1993, cuando ganó la alcaldía de Naucalpan, así como los distritos 29 de ese mismo municipio; el 16 de Atizapán; el 18 de Tlalnepantla, y el 43 de Izcalli, jurisdicciones que para la elección de 1996 se pintaron de azul, con casi 129 mil votos por Acción Nacional.
Para 1999, el PAN venció en 12 distritos y casi duplicó su votación. Pasó de 557 mil papeletas en la elección que ganó el priísta Emilio Chuayfett, al millón 145 mil 71 que no bastaron para que José Luis Durán venciera a Arturo Montiel.
Las posibilidades del PAN son reales si logra más de 200 mil votos en la región conurbada al Distrito Federal, donde PRI y PRD son hegemonía, y suma sufragios en distritos donde tiene simpatía, varios en manos de sus opositores, como el de Toluca, 17 de Huixquilucan, 19 de Cuautitlán, 21 de Ecatepec, 24 de Nezahualcóyotl, 28 de Amecameca, 33 de Ecatepec y 38 de Coacalco.
PRD: el efecto López Obrador
Aunque el PRD gobierna 22 municipios, en las últimas dos elecciones para gobernador, y en la de alcaldes y diputados de 2003, se mantuvo como tercera fuerza. De los 271 mil votos que recibió en 1993, captó 700 mil en 1999, mientras que en 2003 consiguió casi 24 por ciento de las preferencias al sumar más de 800 mil sufragios.
Este incremento no ha bastado, pues en 1999 su candidato Higinio Martínez Miranda sólo triunfó en seis de los 45 distritos y en cinco de los 122 municipios que había entonces.
Para ganar la gubernatura requerirá de una alta votación en los 10 distritos donde es hegemonía, y ganar al menos los distritos de Ecatepec, Otumba, Zumpango, Texcoco y Cuautitlán.
En 2003 ocurrió un fenómeno que podría beneficiarle. Ganó uno de los 13 distritos rurales y en 11 de los más de 30 municipios de la región agrícola, donde el PRI tiene sus reales.
De extenderse la simpatía perredista en el sur, se mermaría el voto duro tricolor.
El triunfo del PRD dependerá de otros factores políticos, por eso se espera que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, cumpla su palabra y recorra el estado al lado de la ex vicepresidenta de la Canacintra, Yeidckol Polevnsky.