Floricultores mexiquenses comercializarán 1.16 millones de macetas de Nochebuena

Metepec, Estado de México
Sábado 8 de Diciembre de 2007.

Para la celebración de las fiestas decembrinas, los floricultores mexiquenses pondrán a la venta 1.16 millones de macetas de flor de nochebuena, lo que les generará una derrama económica estimada en más de 32.3 millones de pesos, informó Jaime Segura Lazcano, director general de Agricultura, de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.

Destacó que año con año el cultivo de la nochebuena ha registrado un crecimiento notable; pues en 1999 la producción fue de tan sólo 300 mil macetas, mismas que generaron un valor total de 6 millones de pesos; en el año 2003 se cultivaron 800 mil, que dejaron una derrama de 21.6 millones de pesos; mientras que ya en 2006 la producción de nochebuenas subió a 1.06 millones de macetas que representó un valor de 27.5 millones de pesos.

El funcionario estatal explicó que el incremento paulatino en la producción de nochebuenas, en gran medida se debe al crecimiento de la actividad florícola en el norte de la entidad, principal productora de especies ornamentales en maceta, donde se registra una superficie de 58 hectáreas, cultivadas bajo cubierta plástica con especies como malvón, rosa, petunia, ciclamen, cineraria, gerbera, begonia, pensamiento y por supuesto la nochebuena.

Segura Lazcano agregó que los municipios productores de la nochebuena son Atlacomulco con 62 por ciento del total de la producción, seguido de Texcoco con 15 por ciento; en escala menor Malinalco, Valle de Bravo, Donato Guerra, Zumpahuacán y Villa Guerrero; en este último –dijo- la principal producción es la flor de corte.

Indicó que las principales variedades producidas para estas fiestas navideñas son la freedom, freedom white, subjibi y marblestar; mismas que se comercializan en macetas de diferentes tamaños de 7, 6, 5 y 3 pulgadas; así como en macetas colgantes y macetones.

Subrayó que la comercialización de la nochebuena será principalmente en el territorio estatal; así como en otras ciudades del país como Monterrey, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco y Hermosillo, Sonora; donde los floricultores mexiquenses han logrado consolidar sus mercados, gracias a la calidad de su producción.

Al recordar la historia de la nochebuena, el director general de Agricultura, recordó entre los pueblos mesoamericanos, particularmente los aztecas, el cultivo de plantas tenía gran importancia y las flores tenían para ellos un enorme significado, tanto en la vida religiosa como cotidiana, y la nochebuena era llamada cuetlaxóchitl que significa flor de pétalos resistentes como el cuero, y constituía un símbolo de la nueva vida alcanzada por los guerreros que morían en batalla, pues se creía que regresaban a la tierra a libar la miel de la nochebuena.

Agregó que las primeras connotaciones religiosas de la nochebuena y su uso para la decoración en fiestas como la natividad, se remonta al siglo XVII, ya que su brillante color y floración durante los últimos meses del año, sirvió a los monjes franciscanos que comenzaron a utilizarla en la fiesta del Santo Pesebre, cuyo principal fin era la evangelización; en esa época también la utilizaron para engalanar nacimientos, adornar iglesias y formar guirnaldas decorativas.

Subrayó que durante el siglo XIX, la flor de nochebuena formó parte del ornato de los templos europeos en las fiestas navideñas y se sabe –dijo- que la basílica de San Pedro en El Vaticano fue adornada con cuetlaxóchitl la noche del 24 de diciembre de 1899, lo que provocó la admiración de todos los visitantes; por eso es que se considera que esta flor es un regalo de navidad de México para el mundo.