México, Distrito Federal
Lunes 15 de Octubre de 2007.
Dicha propuesta la hizo la diputada Aída Marina Arvizu Rivas, del Partido Alternativa, en el Pleno camaral, misma que se turnó a la citada comisión, toda vez que entre el 5 y 10 por ciento de las personas con diabetes sufren la Tipo I, llamada insulinodependiente o juvenil, es decir 525 mil a 1 millón 50 mil de menores y adolescentes.
La legisladora indicó que en el caso de las mujeres embarazadas, entre 2 y 5 por ciento de ellas presenta diabetes gestacional.
Refirió que en 10 años la población con problemas de diabetes aumentará en 30 por ciento, con las consecuentes repercusiones en la salud, economía y calidad de vida, lo que la convertirá en una verdadera pandemia.
Expuso que la diabetes ocupa en México, el primer lugar en causas de muerte, al considerarse que 14 de cada 100 fallecimientos le son atribuibles.
Dio a conocer que se calcula que en el 2010 alrededor de 60 por ciento de los fallecimientos serán ocasionados por diabetes, así como por otras enfermedades crónicas y degenerativas.
Agregó que esta enfermedad se extiende entre niños y adolescentes, lo que generará un incremento de diabetes tipo I, la cual evoluciona de manera silenciosa en un periodo de 7 a 10 años antes de presentar síntomas; la desnutrición infantil, la obesidad y la herencia genética aumentan la predisposición y el riesgo de padecerla.
Subrayó que los niños y jóvenes diabéticos carecen de un respaldo institucional real y los recursos para su atención son insuficientes. Añadió que el sector salud ha sido indiferente a las necesidades de atención de este sector de la población; no existen especialistas, ni equipos de salud suficientes y se carece de los medicamentos y equipo necesarios.
[img align=left]http://www.zumpangolandia.com/uploads/img4713b819c3fa8.jpg[/img]Estableció que en España, Argentina y Cuba cada año se entregan a los menores insulinodependientes medicamentos y equipo para monitorear la glucosa, además de que se disponen de centros especiales de atención al que acceden por el solo hecho de ser ciudadanos, niños o jóvenes y diabéticos.
Ante ese panorama, la legisladora propuso implantar un programa especial para la salud de los niños y jóvenes con diabetes que se inserte en el rubro de la salubridad general en materia de protección socialy esté a cargo del Gobierno Federal.
Consideró que dicho programa debe convertirse en un apoyo para muchos menores, a fin de que puedan recuperar su salud y elevar su calidad de vida.
Planteó que dentro de ese programa especial se eleven sustancialmente los recursos terapéuticos y hospitalarios, exista una cultura preventiva y se apoye la investigación sobre este padecimiento.
Sugiere que en los próximos cinco años se dote de recursos a la Secretaría de Salud con el propósito de que diseñe e instrumente este programa de atención a los niños y jóvenes con diabetes.
Abundó que los recursos para financiarlo provendrán de las disponibilidades finales que se determinen para la Ley de Ingresos de la Federación de 2008, así como de los ajustes que se hagan como resultado de las estimaciones en la recaudación, derivadas de la reforma hacendaria y del precio del barril de petróleo de exportación.