Se quedarán sin un lugar en el IPN el 78.62% de aspirantes.

Cancún, Estado de Quintana Roo
Sábado 18 de Abril de 2009.

De los más de 124 mil jóvenes que demandan ingresar a la educación superior en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para el siguiente ciclo escolar, 78.62 por ciento no alcanzarán un lugar esa casa de estudios.

Enrique Villa Rivera, director general del Politécnico, informó que este año se presentó una “demanda inédita” de aspirantes y es la más alta en la historia de la institución, con 124 mil 882 solicitantes, de los cuales quedarán fuera 102 mil 882 jóvenes, pues la institución sólo tiene capacidad para aceptar a 22 mil (21.38 por ciento), debido a la falta de recursos. En el contexto del 21 congreso de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (Adiat), Capital Humano para la Innovación y la Competitividad, efectuado en esta ciudad, Villa Rivera señaló que en comparación con el año pasado hubo un incremento en la demanda en poco más de 40 mil aspirantes, lo que representa 50 por ciento entre ambos periodos, pues para el ciclo escolar pasado la cifra de solicitantes fue de unos 80 mil.

Consideró que este incremento se debe a tres factores fundamentales: el mejoramiento de la calidad, infraestructura e imagen social del IPN, que lo convierte en una opción atractiva para la población; el aumento del número de jóvenes en edad de ingresar a la educación superior en la pirámide demográfica, y la movilidad estudiantil de instituciones privadas a públicas debido a la crisis financiera.

Durante el congreso, académicos, tecnólogos, científicos y representantes del sector empresarial coincidieron en que un país que no genera capital humano está condenado al fracaso.

Al respecto, el director del IPN subrayó que a diferencia del pasado, actualmente el que una nación cuente con vastos recursos naturales “ya no es suficiente, ni siquiera necesario” para su desarrollo y progreso; ya que ahora “un país tiene que apostar por la formación de capital humano”. Destacó que países que hace 20 años tenían un nivel de desarrollo similar o más bajo que México –China, India, Brasil, España e Irlanda–, en el siglo XXI se han adelantado porque sus políticas de Estado se basaron en la economía del conocimiento. Tan sólo, subrayó, la universidad de Sao Paulo, Brasil, gradúa 2 mil 400 doctores en ciencias al año, de los 9 mil con que cuenta ese país, mientras que en México el número es de 2 mil anuales. Lamentó que “las expectativas de llegar al uno por ciento del PIB para el sector de ciencia y tecnología sea un oasis lejano, y las quejas del pasado sigan siendo una ilusión del presente”.

Por su parte, Leonardo Ríos, director de Desarrollo Tecnológico y Negocios de Innovación del Conacyt, destacó los esfuerzos que instituciones educativas, centros de investigación y el sector empresarial, han emprendido para fortalecer la innovación como elemento de desarrollo. Reconoció que en el país aún no se logra la meta del uno por ciento del PIB para el sector, mientras en países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico el promedio es de 2.2 por ciento.

A su vez, Leopoldo Rodríguez, presidente de la Adiat, dijo que los países que han apostado a la innovación han sobresalido en el concierto internacional, como India y China, que forman 450 mil y 700 mil ingenieros al año; mientras que México está muy por debajo, al graduar sólo 90 mil profesionistas de esa disciplina.