Turismo en el Estado de México.

Toluca, Estado de México
Viernes 10 de Abril de 2009.

Villa del Carbón es una de villas más hermosas del Estado de México, pues conserva el tradicional ambiente de la colonia en sus callejuelas empedradas, casas de piedra con balcones y puertas de madera, y el gusto de sus pobladores por atender a sus visitantes, pues es un importante centro vacacional al que acuden de las grandes urbes para disfrutar de la inmensa tranquilidad de este poblado.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia se encuentra en el centro donde están los portales que venden los famosos artículos de piel, los deliciosos rompopes y licores de sabores, pequeñas fondas de comida típica que miran hacia el jardín central y su teatro al aire libre donde los fines de semana se presentan diversos espectáculos y conciertos.

Las Presas del Llano y Taxhimay se han consolidado como espacios perfectos para el eco-turismo, los deportes extremos como competencias en lanchas, kayaks y canotaje; paseos en velero, pesca deportiva y excelentes zonas perfectamente acondicionadas para acampar.

El Oro, ubicado en la serranía de Tlalpujahua, en los límites con el estado de Michoacán, es una de las poblaciones mexiquenses que ostenta con más ejemplaridad la riqueza arquitectónica de una villa que vivió épocas de bonanza gracias a sus minas de oro, plata y zinc.
Apenas fundada, en el siglo XVIII, El Oro creció de manera inesperada gracias a la fama de sus minas como La Esperanza, El Consuelo o la Providencia. La fiebre del oro atrajo a personas de todo el mundo (en particular, compañías inglesas), lo que le dio al pueblo un carácter cosmopolita; así, sus construcciones reflejan todos los estilos europeos de esa época.

La belleza del Teatro Juárez y el Palacio Municipal brillan por la exquisita decoración, pues pertenecen al exquisito estilo art nouveau y al estilo neoclásico inglés y francés. La pintoresca estación de trenes, inaugurada en 1889, y el Museo de la Minería, preservan memorias fotográficas de este pueblo en su época de esplendor, y además exhiben minerales y maquinaria usada en la extracción del rico mineral.

Además la Presa Brockman, donde se han construido magníficas fincas, hoy permite al turista hospedarse en cabañas y disfrutar del magnífico espejo de agua rodeado de la naturaleza. En el Oro existe una variada producción de orfebrería, cerámica de barro cocido, tejidos de lana, dulces de leche y muebles tipo colonial.

Aculco se encuentra entre peñas y cascadas; es una de las poblaciones típicas más bellas del estado. Conserva los rasgos de su arquitectura tradicional llena de callejones y casas de amplios patios y corredores, construcciones sostenidas por columnas de cantera y calles adoquinadas.

Entre sus atractivos turísticos se encuentra el Balneario Municipal, la Parroquia de San Jerónimo S. XVI, Santuario del Señor de Nenthé, así como la Presa de Ñadó, lugar idóneo para practicar actividades como la pesca deportiva de la trucha, el campismo, comidas campestres y los paseos a caballo; las Cascadas Tixhiñú y La Concepción, lugar perfecto para practicar rappel.

Algunos pobladores de Aculco muestran sus orígenes otomíes y visten de manera tradicional; elaboran tejidos de ixtle y lana con el que fabrican morrales, ayates, redes y prendas de vestir.

En invierno, Temascalcingo se inunda con el aroma de las flores de durazno. El nombre del municipio viene de los temascales o baños de vapor a la usanza prehispánica. Es cierto que la naturaleza le obsequió a este municipio un magnífico manantial de aguas termales, conocido como El Borbollón. Tiene además un hermoso parque natural que lleva el nombre del más famoso paisajista mexicano: José María Velasco.

En el centro del poblado, donde fuera la casa del pintor, ahora está un museo que lleva su nombre. Además, hay que ver el Jardín Central con su tradicional kiosco y la magnífica iglesia de San Miguel Arcángel trabajada en cantera rosa, enmarcada con sus tres arcos atriales, el reloj y la corona.

Cabe destacar la belleza de las ricas e importantes haciendas fundadas en el siglo XIX y la famosa producción artesanal, principalmente la cerámica de alta temperatura y una extensa gastronomía.

CONOCER EL ARTE RELIGIOSO DEL ESTADO DE MÉXICO, OPCIÓN EN SEMANA SANTA .-

Por ser la cultura una forma que identifica a los seres humanos y que a su vez los distingue de los demás a través de la historia de todos los pueblos, es necesario conservar el legado de nuestros antepasados a fin de enriquecer el conocimiento, que puede ser a través al arte religioso, señaló Socorro Osornio Sánchez, directora de Promoción de la Secretaría de Turismo.

Expresó que en estas vacaciones de Semana Santa, en el Valle de México existen dos sitios culturales muy importantes, además de su gran cercanía a la ciudad de México, como son el exconvento de San Agustín Acolmán, sobre la autopista México-Pirámides y el exconvento de San Francisco Javier en Tepotzotlán.

Dijo que este vestigio es un ejemplo de los conventos fortaleza, ya que se aprecia desde la carretera como un castillo medieval del siglo XVI, el cual conserva un pequeño museo con esculturas y pinturas de tipo religioso de esa época, además en algunos muros todavía se puede apreciar hasta donde subió el nivel del agua, cuando este sitio sufrió varias inundaciones en el siglo XVII.

Explicó que el monasterio de Acolman se fundó en 1539 y destaca la composición plateresca de su fachada, la puerta principal es de medio punto con doble arquivuelta flanqueada por pilastras candelabro que lucen nichos entre sus cuerpos.

Otra opción que comenta la directora de promoción turística es visitar el ex convento de San Francisco Javier, fundado por los jesuitas en el municipio de Tepotzotlán, sobre la carretera México-Querétaro, que alberga el Museo Nacional del Virreinato y es un acervo cultural muy importante en todo el continente americano donde se muestra el desarrollo del arte virreinal.

Resaltó que en este antiguo colegio jesuita se aprecia el más puro arte barroco novohispano y en el templo existen retablos de estilo neoclásico con su blancura fileteada en oro que trata de emular al mármol y queda como un gran ejemplo de arquitectura religiosa ubicándose a solo 30 ó 40 minutos del Distrito Federal.