Asimismo, registra casos de personas que presentan infecciones severas, debido a que el procedimiento no fue realizado bajo normas sanitarias adecuadas. Los tatuajes se clasifican en profundos y superficiales, ello de acuerdo a su localización en los planos de la piel, así como por el número de pigmentos que se utilicen, los cuales pueden ser de un sólo color o varios. Los pacientes presentan tatuajes en diferentes partes del cuerpo, sin embargo, las áreas más comunes donde se localizan son: brazos, antebrazos, tórax anterior y posterior y los pigmentos van desde los obscuros hasta diferentes colores como rojo, café, naranja y amarillo.
Para llevar a cabo la eliminación de un tatuaje se debe analizar si es superficial o profundo y la localización del mismo. Una de las técnicas es a través de una intervención quirúrgica para eliminarlo y posteriormente realizar un injerto de piel. Otra técnica para remover un tatuaje que se encuentra en planos superficiales de la piel, es la dermoabrasión, la cual se lleva a cabo mediante abrasión mecánica de la epidermis y dermis superficial.
El tatuaje también puede ser removido mediante rayo láser, con este método se logra eliminar ciertos colores; el costo de este técnica es muy alto.