México, Distrito Federal
Lunes 2 de Marzo de 2009.
El también integrante de la Comisión de Defensa Nacional indicó que en los dos últimos años, el número de peticiones de permisos para la adquisición y portación de armas que otorga la Sedena se incrementó considerablemente. De acuerdo con la Sedena, dijo, hay cerca de 2.2 millones de ciudadanos con permiso para portar armas, de los cuales el 99 por ciento son hombres.
Mencionó que en 2007 se tenía un registro promedio de 3 mil 500 solicitudes mensuales; para el 2008 el número ascendió a más de 4 mil 300 y en lo que va del 2009 han oscilado en las 5 mil. Estas cifras, añadió, son un reflejo de cómo los mexicanos perciben que el modelo de seguridad pública no está funcionando adecuadamente en los tres niveles de gobierno.
De la Torre Jaramillo indicó que pese a que la ciudadanía busca mecanismos de autodefensa, la Sedena es muy estricta para otorgar los permisos correspondientes, por lo que el número de armas que vende no se compara con el de las solicitudes. En este sentido, explicó que de acuerdo con información de la Sedena, en 2007, la Dirección de Comercialización de Armamento y Municiones vendió a civiles un total de 5 mil 250 armas, incluidas las de protección personal y de domicilio, así como para la caza y deporte (tiro).
En 2008, abundó, la cifra aumentó a 5 mil 678, lo que representó un incremento del 34.2 por ciento y para este 2009 el número de piezas podría aumentar a más de 6 mil o 7 mil, dada la cantidad de peticiones. Explicó que la Sedena es la única instancia legal que importa y vende armas en el país y cuenta con sólo una armería, a diferencia de Estados Unidos que tan sólo en la frontera con México cuenta con cerca de 115 mil expendios, lo que complica su control.
El diputado del PAN refirió que el Gobierno mexicano, a través de las secretarías de Relaciones Exteriores, de Seguridad Pública y de la Defensa Nacional, deben concretar un acuerdo, ante la apetura del Gobierno de ese país, para contener la venta indiscriminada de armas, de la que se aprovechan los cárteles del narcotráfico. “Debemos presionar para que las autoridades de ese país apliquen una regulación en la venta de armas, que conformen un banco de datos de los mexicanos o latinos que adquieren armas de fuego, el tipo de arma y la cantidad”.
Destacó que en México, a diferencia de Estados Unidos, el control de la venta de armas recae en la Secretaría de la Defensa Nacional y ésta mantiene un control estricto. “La Sedena tiene clasificadas las armas que son para deporte, para cacería y para la seguridad personal y del hogar.
“Bajo esos tres lineamientos está ordenada la Secretaría de la Defensa Nacional, seguramente Estados Unidos también tiene ese registro, pero en México estamos más adelantados, aquí alguien que compra un arma, forzosamente pasa su registro al IFAI y a otras instancias, lo que no ocurre en aquel país”.
Aseveró que en el mercado negro, de acuerdo con información de la PGR, mensualmente se venden entre 60 y 65 mil armas de cualquier calibre en todo el país. Dijo que, paradójicamente estas armas de procedencia ilícita son en una buena parte, del propio ejército de Estados Unidos.
“Está comprobado que cientos de mexicanos que enrolaron al ejército de Estados Unidos se desertaron y huyeron a México junto con sus armas, mismas que fueron vendidas a particulares y grupos criminales”, concluyó.