En abril llegará el primero de tres escudos excavadores para iniciar la perforación del Túnel Emisor Oriente.

Schwanau, Alemania
Viernes 19 de Febrero de 2009.

La construcción del Túnel Emisor Oriente (TEO) duplicará la capacidad del drenaje profundo del Valle de México y eliminará el riesgo de una gran inundación en la capital mexicana, debido a la insuficiencia de desalojo de las aguas residuales y de lluvia, afirmó el Director General de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo.

Durante una visita de inspección técnica a las instalaciones de la empresa Herrenknecht en Shcwanau, Alemania, donde supervisó el funcionamiento del primero de tres escudos adquiridos por el gobierno de México para arrancar la perforación del TEO, José Luis Luege subrayó que el proyecto tendrá un costo estimado de 13 mil millones de pesos, y se prevé concluirlo en septiembre de 2012.

Consideró que permanece el peligro de una inundación de grandes proporciones en la Ciudad de México, hasta en tanto se concluya la construcción y entre en operación el TEO, en virtud de que el drenaje del Valle de México perdió hasta un 40% de su capacidad en las últimas tres décadas.

“El TEO ampliará la capacidad de drenaje, el cual es uno de uno de los objetivos más importantes del Programa de Sustentabilidad Hídrica de la Cuenca del Valle de México, anunciado por el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, en noviembre de 2007”. Destacó que se trata de la obra hidráulica más importante del mundo en los últimos años, no sólo por su magnitud, sino también por su alta complejidad técnica, ya que consiste en un sistema alterno de conducción de aguas residuales compuesto por 24 Lumbreras con profundidades que van desde 150 a 200 metros (lo que equivale a un edificio de 50 pisos) y un túnel cuya longitud de 62 kilómetros y siete metros de diámetro permitirá conducir en promedio 150 metros cúbicos por segundo. “Su operación vendrá a dar seguridad a una población cercana a los 20 millones de habitantes de la Ciudad de México y su zona metropolitana, que hoy día conforman la segunda concentración urbana más grande del mundo”.

Luege Tamargo comentó que en la compra de los tres escudos excavadores el gobierno federal destinó un monto cercano a los mil millones de pesos. El primero arribará en abril próximo al puerto de Veracruz, desde donde será trasladado a la Ciudad de México en un convoy de 40 trailers. Otros dos escudos llegarán al país en los siguientes meses, y en una segunda fase se espera el arribo de tres más hasta completar el pedido de seis equipos excavadores solicitados por el gobierno de México para la perforación del TEO, el cual contará con capacidad de desalojo de 150 metros cúbicos por segundo. Cabe señalar que con la finalidad de dar cumplimiento al programa general de construcción del nuevo túnel, fue necesario dividir los 62 kilómetros de longitud en 6 tramos, los cuales se construirán de manera independiente. Por ello, la Conagua ha adquirido en una primera etapa tres sistemas de excavación que consisten en máquinas tuneladoras fabricadas por la compañía Herrenknecht, en Schwanau, Alemania, misma que fue seleccionada luego de un análisis minucioso de las diferentes propuestas y por ser uno de los proveedores más confiable a nivel mundial en el desarrollo de equipos de esta tecnología.

Herrenknecht es una compañía líder mundial de fabricación de escudos EPB de gran diámetro con más de 1,000 km de experiencia de excavación en suelos, casi 600 km en roca, por lo que su experiencia y capacidad técnica fueron determinantes en la decisión de la Conagua.

José Luis Luege comentó que la compra de los escudos tuneladores, además de representar un ahorro importante en el costo del TEO, al término de la quedarán en resguardo de la Conagua para su utilización en futuros proyectos en el Valle de México y en otras ciudades del país donde se requieran este tipo de obras.

Informó que además de esta importante obra de drenaje, el Programa de Sustentibilidad Hídrica de la Cuenca del Valle de México prevé la construcción de seis plantas de tratamiento de aguas residuales: una en Atotonilco de Tula, Hidalgo, que será la más grande de América Latina, y cinco más en el Estado de México.