Valle de México
Viernes 12 de Diciembre de 2008.
Aquí en nuestro país la temporada navideña abarca no sólo el último mes del año, sino que se corre hasta el seis de enero. A partir del 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, hasta el día de los Santos Reyes, algunos de nosotros nos vemos inmersos en una carrera de fiestas y convivencias, compras y visitas a restaurantes, tiendas y plazas comerciales, conocida como “El Maratón Guadalupe Reyes”.
En esas circunstancias, son casi 26 días en los que se suele disponer, con mucha soltura, del aguinaldo, de la caja de ahorros, y hasta de la tarjeta de crédito. El problema es que, alentados por el consumismo, nos volcamos en compras que pueden llevarnos a exceder el límite de nuestros ingresos, a sobregirarnos o a engrosar las estadísticas de la cartera vencida.
¿Ha pensado usted cuántas cosas compra en esta época, y cuántas después se convierten en verdaderos estorbos que finalmente van a parar en la basura?
Y es que, con la euforia de las festividades decembrinas, ignoramos muchas veces la planificación de nuestra economía, la mejor distribución de nuestros ingresos, y el aprovechamiento del anhelado aguinaldo. No se le olvide que este dinero lo cobra una vez al año, que tuvo que trabajar durante 12 meses para recibirlo.
Hay muchas formas de festejar la Navidad y el Año Nuevo. Una es gastar, comprar, endeudarse. Otra opción quizá menos divertida pero más productiva es pagar-ahorrar. Si lo piensa bien, abonar a deudas, como tarjetas de crédito, letras de carro, y otras cuentas que le generan cobro de intereses, significa ahorrar.
Por ello aquí le sugerimos que si desea disfrutar las fiestas de navidad y vivir tranquilo los siguientes meses, distribuya sabiamente sus ingresos de fin de año.
Si uno de sus propósitos de año nuevo es ser más ordenado con sus cuentas personales y sus finanzas en general empiece desde ahora, haciendo un plan de gastos para la temporada de festejos. Haga una lista de sus compromisos sociales. Tenga en cuenta que no está obligado a dar regalos a todos sus compañeros de la oficina, ni a ir a todas las fiestas a las que lo invitan.
Los regalos para la familia no tienen por que ser los más caros. Expertos en economía familiar aconsejan destinar una cantidad específica para cada uno de los miembros; también dicen, existe la alternativa de realizar uno mismo los regalos.
Si su presupuesto para las cenas de Navidad y Año Nuevo, no le permite comprar champañas y vinos que anuncian en la televisión, no se deprima, tampoco son necesarios. Recuerde que los publicistas quieren vender a toda costa esos productos, pero usted decide si los compra.
Precisamente como el aguinaldo es una prestación que nos costó mucho trabajo obtener, debe ser utilizada de manera ordenada y no sólo para gastar en la fiebre consumista de los tiempos modernos. Por eso, a continuación les presentamos algunas ideas que pueden servir para cuidar nuestras finanzas personales.
Planifique sus compras: En el momento en el que tenga usted el monto exacto de los ingresos de diciembre, con papel y pluma en mano, comience a destinar cada peso, otorgando a las festividades y compras una cantidad determinada. Si usted quiere llevar bien sus finanzas no sobrepase para nada ese límite.
Si le es posible deje algunas compras para después de diciembre. La mayoría de los comercios hacen rebajas importantes durante enero.
Reduzca sus deudas: Está comprobado que las deudas financieras aumentan el estrés. Usted volverá a respirar tranquilo si reduce sus deudas o paga todo el saldo de su tarjeta de crédito o si se pone al corriente con las colegiaturas. Recuerde que el endeudamiento cobra intereses y puede generar intereses moratorios, comisiones y hasta gastos de cobranza, con lo que lo que una deuda puede duplicar su valor en unos cuantos meses.
Realice pagos extraordinarios: Una parte del aguinaldo puede servirle para liquidar algunos de los productos que adquirió a plazos, como la lavadora, el refrigerador o el aparato de DVD. Incluso hasta el financiamiento automotriz. Claro que siempre es necesario estudiar el contrato, pues en algunos se especifican castigos por pago adelantado y entonces resulta peor el remedio que la enfermedad.
Aproveche pagos por adelantado: en muchos servicios e impuestos existe un ahorro extraordinario si se pagan por adelantado. Servicios como televisión por cable, internet o impuestos tales como la tenencia automotriz o el predial ofrecen ofertas por pago adelantado, lo que le puede significar un ahorro financiero importante para los próximos meses.
Invierta parte de sus ingresos: Abra una cuenta de ahorro, si usted es de los afortunados que no tienen deudas económicas y va al corriente de sus gastos, destine un porcentaje de sus ingresos decembrinos al ahorro, no importa que sea poco dinero; los bancos tienenplanes interesantes para los pequeños ahorradores. Si tiene afore, inicie un plan de inversión en su cuenta. El ahorro voluntario en las afores es muy atractivo ya que no existen montos mínimos y se puede invertir la cantidad que usted quiera, además históricamente esta opción ha ofrecido rendimientos altos, de hecho mayores a los que pagan los bancos y las sociedades de inversión; pero es importante tener en cuenta que los ahorros voluntarios sólo se pueden retirar cada dos o seis meses –dependiendo de su afore– empezando desde la fecha de la aportación inicial.
No se endeude: En la medida de lo posible evite usar las tarjetas de crédito o adquirir compromisos a plazos. En este sentido, las estadísticas oficiales indican que por el consumismo de diciembre se duplica el financiamiento al consumo, lo que lleva a millones de mexicanos a un círculo vicioso que termina en un incremento de la cartera vencida.
En términos generales, si usted no se endeuda y destina 50 por ciento de su aguinaldo para reducir deuda, realizar algún pago extraordinario o aprovechar pagos por adelantado, seguramente durante 2006 podrá no sólo evitar los costosos intereses sino que hasta verá incrementada su capacidad de ahorro.