Curan a paciente seropositivo con un trasplante de médula ósea.

Berlín, Alemania
Jueves 13 de Noviembre de 2008.

El paciente, un estadounidense radicado en Berlín, padecía de leucemia y era a la vez seropositivo. Tras un tratamiento para atacar la leucemia consistente en el transplante de médula ósea, el hombre de 42 años de edad, se liberó no sólo de la leucemia sino también del virus VIH que desde hace dos años despareció sin dejar rastro en su cuerpo. No se le ha vuelto a detectar en las pruebas sanguíneas ni en los tejidos de otros órganos del cuerpo.

“El paciente no está ya infectado con el virus”, dijo el director de la Clínica Médica del Hospital Charité, Eckhard Thiel, durante la conferencia de prensa en la que fue presentado el caso. “Se trata de un resultado revolucionario para la investigación”, dijo por su parte, Roland Tauber. Sin embargo los médicos advirtieron que no todos los pacientes afectados por el virus pueden ser curados de esta forma. “El tratamiento ha sido un caso afortunado, un caso único en el que se han conjugado una serie de factores”, aseguró Thiel. Normalmente en las donaciones de médula ósea hay unos cinco posibles donantes. En este caso se consideró a 80.

Una simple idea

El hematólogo Gero Hütter, especialista en el hospital Charité de Berlín, preseleccionó a unos 80 posibles donantes de médula ósea en busca de uno que fuera inmune al virus. Existe una mutación genética natural que hace a un reducido grupo de europeos inmune al virus. El hematólogo, que no es especialista en sida, consultó con sus colegas y examinó las 80 muestras de posibles donadores. Eligió a la muestra 61, que pertenecía a un individuo que contaba con una mutación genética heredada de sus padres, que le hace inmune a casi todas las cepas del VIH.

Esta mutación natural es conocida como la 32 CCR5. El CCR5 es una molécula que actúa como una puerta de entrada y deja al VIH vía libre para que infecte a las células. Las personas que presentan la mutación, alrededor del 1% de la población europea, proveniente del norte del continente, heredan esta mutación de ambos padres y son resistentes a la infección.

Eliminaron células infectadas

Para preparar la transplantación el hematólogo administró fuertes drogas y sometió al paciente a radiaciones para matar las células de su médula ósea. Este tratamiento es letal para muchas células que dan acogida al virus, por lo que los médicos creen que fue clave en el resultado.

El paciente dejó de tomar los antirretrovirales cuando le fueron trasplantadas las células donantes, pues los médicos temían que las poderosas drogas impedirían que las células sobrevivieran en un cuerpo extraño. Los médicos preveían restaurar la terapia en cuanto el virus reapareciera en la sangre. Pero el virus no volvió a aparecer. Dos años después el virus no ha sido detectado en la sangre, ni en los tejidos cerebrales y del recto en donde a menudo se esconde.

El caso no ha sido publicado

“Estoy muy sorprendido”, dijo el doctor Gero Hütter al diario The Wall Street Journal, que se hizo eco del caso, que ha sido presentado este año en la Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas y en otros foros científicos relacionados con el sida y todos coinciden en que, aunque pueden quedar restos del VIH en el paciente, éste está prácticamente curado.

El caso no ha sido publicado en una revista especializada, sólo hasta entonces un amplio foro de especialistas en sida tendrá la posibilidad de discutir el caso y diseñar futuras terapias.