Beijing, China
Martes 12 de Agosto de 2008.
Las chinas Xin Wang y Ruolin Chen (363.53) se llevaron la medalla de oro, mientras que las australianas Briony Cole y Melissa Wu, la presea de plata.
Una jornada histórica para los clavados mexicanos, al ser la primera presea olímpica que alcanzan en sincronizados y también, por vez primera, las mujeres ascienden al podio de triunfadoras, sumándose a la lista de 10 medallas en saltos ornamentales que va desde Joaquín Capilla hasta Fernando Platas.
INICIO INCIERTO
La pareja mexicana tuvo un inicio incierto en el “Cubo de Agua” que lucía abarrotado de público, entre quien se encontraba un nutrido grupo de mexicanos quienes apoyaron en todo momento a las jóvenes saltadoras.
En los dos saltos obligatorios, Paola y Tatiana dudaron en su ejecución, lo que les costó penalización por los jueces: El clavados al frente con media vuelta tuvo 46.80 unidades con calificaciones promedios de 7.5; mientras que el salto adentro con media vuelta tuvo 48.60 con promedios de ocho.
Sin despegarse mucho del grupo de siete parejas, las mexicanas se ubicaron en la última posición, pero tuvieron un regreso extraordinario ante el empuje del público nacional, entre quienes se encontraba Carlos Hermosillo, Director General de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, quien ha estado puntual en las competencias de los deportistas mexicanos.
Al llegar los saltos sin grado de dificultad, las discípulas de la china Ma Jin mostraron su categoría y contundencia, porque mientras fallaban las rivales, Paola y Tatiana metían de manera brillante sus clavados.
Las 3 vueltas y media adentro le dio a las mexicanas 77.76 puntos que las subió de manera automática a la tercera posición, lugar que no dejarían durante el resto de la competencia.
El cuarto salto, las 3 vueltas y media atrás, fue un clavado que si bien fue castigado por la sincronía, tuvo una alta calificación en la ejecución para sumar 73.26.
Y llegó el último salto, muchos recordaban la figura de Marijose Alcalá que perdió la medalla en el último salto de los Juegos Olímpicos de Barcelona, ahora la historia sería diferente… las mexicanas realizaron una gran ejecución y regular sincronía para 83.64, y convertir así en bronce la primera medalla de la delegación mexicana.
Al salir, Paola y Tatiana se fundieron en un abrazo debajo de la plataforma, sabían que tenía la medalla en la bolsa y nadie se las podría arrebatar.
RESULTADOS
1. Xi Wang y Ruolin Chen (China) 363.54
2. Briony Cole y Melissa Wu (Australia) 335.15
3. Paola Espinosa y Tatiana Ortiz (México) 330.06
4. Annett Gamm y Nora Subschinski (Alemania) 310.29
5. Marybeth Dunnichay y Haley Ishimatsu (Estados Unidos) 309.12
6. Kum Hui Choe y Un Hyang Kim (Korea) 308.10
7. Meaghan Benfeito y Roseline Filion (Canadá) 305.91
8. Tonia Couch y Stacie Powell (Gran Bretaña) 303.48
Las clavadistas Paola Espinosa y Tatiana Ortiz, flamantes medallistas de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, escribieron su nombre en los libros de historia del deporte mexicano como las primeras mujeres de la especialidad que logran subir a un podio olímpico.
A 60 años de que iniciara la tradición mexicana de preseas en los saltos ornamentales, desde Londres 1948, con el primer bronce de Joaquín Capilla en la plataforma de 10 metros, ninguna mujer había logrado tal distinción hasta hoy, además de que la modalidad de sincronizados, tampoco se había destacado con un podio.
Asimismo, la décima medalla olímpica para los clavados mexicanos, posiciona a la disciplina como el tercer deporte que más metales le ha dado al país, con un oro, cuatro platas y cinco bronces, sólo superado por boxeo y atletismo.
De esta forma, Paola Espinosa Sánchez, y Tatiana Ortiz Galicia (2008), suman sus nombres a los de Joaquín Capilla Pérez (1948, 1952 y 1956), Juan Botella Medina (1960), Álvaro Gaxiola Robles (1968), Carlos Girón Gutiérrez (1980), Jesús Mena Campos (1988) y Fernando Platas Álvarez (2000), como clavadistas mexicanos que han sido parte de la gloria olímpica.
En la suma global, la medalla de Espinosa y Ortiz, representó el metal número 53 para México (incluyendo el tercer lugar en polo de París 1900) y la 25 de bronce para las distintas representaciones nacionales a lo largo de la historia.
Cabe destacar que desde Los Ángeles 1932, cuando Francisco Cabañas en boxeo consiguió plata, en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos, México ha cosechado al menos una presea, en una racha que ya se extiende a 76 años.